Las derivadas son realmente útiles y tienen multitud de aplicaciones. En matemáticas se utilizan para estudiar el comportamiento de las funciones, hallar los intervalos de crecimiento y decrecimiento, máximos y mínimos, concavidad y convexidad, puntos de inflexión, etc. También se pueden aplicar a la vida real. Estas son algunas de las aplicaciones en campos muy dispares:
- Geometría: la derivada del área es la longitud, y la del volumen es la superficie.
- Física: se pueden aplicar a la cinemática (velocidad instantánea es la derivada del espacio respecto del tiempo), a la dinámica, termodinámica, electrostática, etc.
- Química: la velocidad de reacción química es la derivada de la concentración de un reactivo o producto en función del tiempo.
- Biología: permite el estudio de la evolución de poblaciones.
- Medicina: permite estudiar la evolución de ciertas enfermedades o epidemias.
- Ingeniería: sirven para representar fenómenos, reducir costes o hacer estudios.
- Arquitectura: para el diseño de vías y carreteras o para obtener información de curvas complejas.
Además de todas esas aplicaciones, las derivadas también se utilizan para resolver problemas de optimización, tanto en matemáticas como para la vida real en muchos de los campos mencionados. Así, se puede lograr reducir costes, maximizar beneficios y en general aumentar la eficiencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario